Pappo
El Rock Es Rebelión
Pappo no tiene historia. Vive al mango en sus
alucinantes solos de guitarra y en las dinámicas de sus feroces actuaciones.
Puesto frente al micrófono de un reportaje, Pappo tambié es feroz, batallador,
contradictorio y divertido.
Véanlo ustedes en su madriguera.
Entrando en la casa de la familia Napolitano, por Villa del
Parque, ya se escucha la furia de AC/DC sonando a todo vapor. Pappo, a los 34
años, vive en la casa de los padres, y tiene un refugio en su pieza, plagado
de fotos de Ozzy Osborne y Muddy Waters. Está curándose de un ataque de asma,
en pijama, con los muchachos de Gran Mamuth y el cantante Pety Guelasch.
Arriba de un viejo Marshall hay empanadas y vino blanco de damajuana con algunas
viejas frutas flotando adentro. Hay risas y gritos en el ambiente exitado por
el rock que atruena en los parlantes. Pappo, viendo al fotógrafo, empieza a
ponerse su uniforme de "heavy metal", su campera negra con tachas
y su pantalón de cuero. Pero no tiene ganas de contar su historia.
Yo no puedo contar nada porque yo sé demasiado
de las cosas secretas del rock. Mejor hablemos de las boludeces.
Contá lo que quieras, para que los lectores sepan como piensa
Pappo.
Pappo empezó en la casa de Pipo, en la época
de los hippies porteños, cuando armamos los Abuelos de la Nada. ¡Pero de eso
hace muchísimos siglos!. Hay algunos que no han descubierto todavía la transfusión
para durar 3000 años, pero los que quedamos desde entonces, ahora tenemos pocos
años, estamos rejuvenecidos, porque descubrimos la fórmula antiquísima...
Pero toda la historia del rock me parece una estupidez, porque nadie nos dió
importancia, siempre nos cagaron a palos, siempre creyeron que éramos tontos
y drogadictos...
Yo ya estoy harto de tocar, yo ya toqué, porque llegué muy temprano a este asunto.
Llegué en la época en que los productores eran las estrellas, no los músicos.
Los productores se llevaban las mejores chicas, tenían el mejor estéreo y el
mejor auto, y los músicos ganaban un peso, que les alcanzaba para pagar un café
con leche con la novia, pero no para pagar un telo.
Por eso yo ahora voy a manejar un producto, "Pappo", que es una marca
como la Coca Cola, que no se quema nunca más. Y voy a volver a exportar ese
producto. Voy a ir a grabar a Alemania con Fredy Mercury. Por ahora voy a formar
un nuevo grupo, estoy viendo músicos y vamos a debutar rompiendo todo en un
festival en Luján el día de la primavera.
Pará, me voy a sacar la campera, me muero de calor. Esta imagen de pesado me
tiene podrido.
Bueno, la cuestión esta de la historia... Yo no quiero quedar bien con vos porque
vaya a salir en la tapa de tu revista como Patoruzú y vender miles de ejemplares.
No me importa nada. Yo soy una persona que nació en un lugar equivocado. Necesito
fluir para decir lo que tengo que decir. Digo algunas boludeces, pero en cuanto
me dejás tomar vuelo digo algunas cosas importantes. Aunque puede ser que en
esta nota no tome vuelo. Ni tengo interés en tomar vuelo porque tenga la oportunidad
de salir en tu revista. Yo no soy una persona importante. Soy importante como
persona, que es distinto. Yo me cago de risa de todo. No me interesa que la
gente lea lo que hablo. No tengo nada que decir... Llegó el momento de que me
hagas una pregunta.
Bueno. ¿Cómo empezaste a tocar la viola?
Pará un cacho que rebobine la cassette de la
memoria, ¡porque hace muchos años de eso! Brrr... Lo que me impulsó a tocar
fue la viola de un vecino. Fue la primer eléctrica que tuve en mis manos. Se
la robé, y le prometí que se la iba a pagar y después me mudé a otro barrio,
y nunca más me vió.
¿Pero vos querés que hablemos del pasado?
Sí, flaquito, quiero ver tus antecedentes...
Entonces no te voy a contar nada. "Yo
he cambiado de piel en estos días, no soy el mismo" (letra de los
primitivos Abuelos). Yo soy nuevo. No me interesa contarte
de la Cueva y de Billy Bond. Me interesan los delirios que salen ahora. Yo no
me puedo poner a pensar en Tanguito, en Actemio, en la Perla del Once y la Plaza
Francia, en los ensayos de los Abuelos en casa de tu vieja, en Silvia Washington.
Ya todo eso fue contado y regastado en cuarenta mil revistas.
Yo tengo una personalidad y no la voy a cambiar por nada del mundo. Mi vida
está hecha en base a romperme el culo tocando todo el tiempo y dándole apoyo
a la gente que está realmente "rasguñando las piedras", como dice
Charly García. A los músicos que están escarbando y rasguñando las piedras nadie
les abre las puertas. Los que tienen copado el mercado no los dejan pasar. Nadie
les da pelota. Yo tengo un tema que dice: "Demasiados dementes cierran
mis puertas, ¿dónde están los que yo necesito?".
Yo no me dedico a la estupidez y a llenarme la cabeza de estrellatos, mediocridades
y todo el circo, pensando cuál va a ser mi próximo paso. Ayudo a los que están
detrás mío, que son mis verdaderos amigos.
Mi historia la sabe todo el mundo. Todos saben que yo empecé en el 67 con Los
Abuelos de la Nada, que seguí con Conexión Nº5, que toqué con Los Gatos y me
fui a España con ellos, que volví y armé Pappo's Blues, que me volví a ir, esta
vez a Inglaterra, donde toqué con Motörhead y con Peter Green y que hice un
grupo para tocar afuera que se llamaba Monsterfeet, pero cuando quisimos grabar
en Estados Unidos el presidente de la compañía argentina con la que yo tenía
contrato me dijo que yo creía que era Palito Ortega. ¡Lo último que yo quiero
ser es Palito Ortega! Así que me tuve que volver...
Así que date cuenta que yo viajé mucho, conocí el mundo. Vivi dos años y ocho
meses en Inglaterra, estuve de gira por Alemania, hice tres giras por España
antes de que vayan todos estos que están llendo ahora... Yo estuve allá antes
que nadie y avivé a los giles en España para que toquen rock en castellano.
Pappo es el maestro de todos esos grupos de rock pesado español, como Barón
Rojo y Obús.
Cuando todos me pasaban por encima como las autopistas yo seguía con mi caminito
de entrecasa, juntando piedrita por piedrita pero sin venderme nunca. Y después
de un tiempo en la Argentina armé Riff, con Michel Peyronel, un tipo muy inteligente
que me enseñó muchas cosas. Bueno, en realidad la primera formación de Riff
fue con Carlos Cohen, hoy baterista de Gran Mamuth, y Vitico. Después entraron
los hermanos Peyronel.
Riff abrió para el gran público el camino que yo vengo asfaltando desde que
nací. Ahora voy a formar un nuevo Riff, más moderno que aquel, porque no va
a imitar tanto a AC/DC. Pero no va a ser de esa onda moderna, livianita y divertida
que no le mueve un pelo a la gente. La música se hace con guita o con corazón.
Yo siempre la hice y la seguiré haciendo con corazón.
Y vas a seguir produciendo a otros...
Sí, Gran Mamuth está primero en la lista. Y Lassie,
una cantante polentísima que viene acompañada por el grupo Thor. Voy a lanzar
a esa gente como lancé a V-8.
¿Y no vas a seguir "manso y tranquilo" como cuando
tocaste con Piero en Atlanta?
Fui a tocar con Piero porque él es un tipo muy
gamba. Yo viví en su casa del molino, en España. Siempre fuimos amigos. El me
dice "Maestro". También quería estar sobre un escenario con Marilina,
para chamuyármela. Pero en el fondo lo que quería era pervertir a las masas
inocentes.
¿Qué opinás de esos supuestos bandos que existen en la música,
los pesados contra los hippies y todo eso?
No existen esas idioteces. No hay ningún bando.
Hay pibes que por ahí no entienden y se fanatizan con algo. Y las revistas berretas
de rock que quieren vender más ejemplares e inventan esas historias de Pappo
contra Charly y todo eso.
Lo peor es que los pibes se lo creen. Aquí los hippies desaparecieron hace años.
¿Y la violencia en el rock?
El rock es excitación y rebelión, es vida a mil
por hora. Si un pibe en un recital se copa y sin querer rompe algo, bueno, no
es que lo estemos incitando a la violencia. También hay tipos que nos quieren
pintar como violentos porque quieren parar al rock.
¿Y lo de las cadenas y la ferretería heavy metal? En la época
de Pappo's Blues no te habías copado con tanta escenografía de camperas, tachas
y cadenas. Tocabas rock y blues y hablabas de lo que pasaba alrededor tuyo en
la realidad, sin meterte con cuentos de muerte, demonios y otros monstruos...
En la época de Pappo's Blues lo único que hacíamos
era rajar de la policía, que nos tenía locos por el pelo largo y todo eso. De
ahí viene el "¿Adónde está la libertad?"
Pero nos gastaron tanto, nos dieron tanto por el bocho, que yo ahora me voy
a hacer una mafia propia para que no me jodan. ¿Vos viste "Los Profesionales",
la serie de televisión? Ahí te muestran claramente que la mafia, la policía
y el servicio secreto están en lo mismo, y cuando aparece un ingenuo que protesta
le cortan las gambas, no sea que se les pudra el negocio.
El típico argentino es cagador, porque lo persiguieron en su casa cuando era
chico, lo reprimieron en el colegio, en la calle, le llenan la cara de bifes
en esta sociedad policíaca, le meten drogas a los músicos para acusarlos de
drogadictos y sacarles plata... Así que al argentino que pasó por el Proceso
y la guerra ya no le importa nada.
Los únicos que van a quedar, después de que se pudra todo y venga el apocalipsis,
van a ser los músicos de rock pesado. Eso pienso yo, aunque quizá me equivoque.
Pero después de la guerra nuclear, ¿quiénes van a quedar? Los más pesados.
La contra del demonio es el rock pesado. Somos los que van a sobrevivir. Pero
también le estamos dando una mano, porque hablamos mucho de él y le hacemos
publicidad. Vos fijate en las tapas de los discos, son todas dedicadas al demonio.
Por eso ahora yo voy a hacer un video con un tema del triple 6, el símbolo de
Satanás. El tema dice: "Para salir de tu mediocridad tuviste que firmar
un contrato con el 666". Y aparezco yo, que soy Satanás, en un Cadillac
53 con tapizado de leopardo y vidrios negros. Le hago firmar un contrato a un
músico y le corto un dedo, para rubricarlo con la sangre. Son los músicos que
venden su alma.
Pero todo esto del demonio no es más que una nueva imagen...
Disfraces, igual que las cadenas...
No es sólo una imagen. Hay mucha gente que cree
en Dios. Yo creo en el demonio, que es todo lo contrario a la bondad. A mí no
me gusta ser bueno.
Pero yo te conozco y vos sos un tano bueno que se quiere hacer
el malo.
La maldad mata, porque sirve para avivar a la
gente de que está siendo usada...
Sí, pero en este momento de despelote en el que nadie sabe
qué hacer, de qué disfrazarse, ¿no estás metiendo más confusión todavía? Ahora
resulta que sale Pappo hablando del demonio...
Mirá, no me importa. Ahora nosotros vamos a hacer
un festival en Luján el día de la primaver para la empresa que tienen los curas
para ayudar a los pobres, compartir el pan y todo eso. Pero nosotros no tenemos
cabida como seres sociales, estamos vistos como basura, como marginados. Somos
la resaca del país.
Al rock pesado no le cabe eso de la iglesia, la comunión, los chicos buenos.
A mí eso me aburre. No vas a hacer un tema pesado hablando de la virgen y todo
eso.
¿Pero para qué se meten en esos versos en vez de dedicarse
a la música?
Pero yo quiero ver al demonio. A Dios hace dos
mil años que lo estamos esperando. El Papa, por ejemplo, es igual
que un conjunto de rock. Viene, hace el show en Argentina y sigue
la gira en otros países.
Los diez mandamientos dicen que hay que hacer esto, que no hay que
fornicar, que no hay que hacer aquello. ¿Y quién me prueba que todo
eso sirve para algo? ¡Si todo el mundo se acuesta con la mujer del
prójimo! ¿Quién tiene la verdad? ¿Cuál es la realidad?
|
|
|
Pappo, el rock es rebelión |
|
Revista Cantarock, Año 2 Nro. 14 |
|
18 de Julio de 1984 |
|
Pipo Lernoud |
|
Ricardo Orquera |
|
|
|
|
|
|