Grandes Reportajes

PAPPO

No cabe ninguna duda que Norberto Napolitano, Pappo, es uno de los fundadores del rock en la Argentina. Quizás es el único que se mantuvo invariable en una línea. Esa actitud, para algunos es una inmaculada virtud; otros, en cambio, piensan que es una posición anti evolutiva. Pero lo cierto es que, a través de todos sus grupos, Pappo movilizó mucha gente, vendió millares de discos y es, definitivamente, uno de los grandes nombres de la historia del rock argentino. En la larga charla que mantuvimos con él quedó en claro que también es uno de los personajes más sinceros dentro del "ambiente": no quiere "verdugueos" pero apoya la verdad, confiesa que imitó, pero que otros también lo hicieron, tiene una visión muy clara de lo que significa para la gente, pero sabe perfectamente dónde está y de dónde vino.
Con mucho humor (algo que le falta al rock), exagerando quizás, él cuenta las cosas como son. A veces es sólo su punto de vista, pero en ocasiones está marcando la única realidad. Fuera de toda intelectualización, ajeno a los análisis tan frecuentes dentro del movimiento, las declaraciones de Pappo muchas veces llegan a las mismas certeras conclusiones y visiones de otros músicos argentinos. Sólo que él tiene una interpretación alegre de todo lo que pasa. Se nota que para Pappo tocar es una gran felicidad, una forma de disipar la neblina de nuestro tiempo. También le adjudica esa misión al rock: dar alegría y orientación. Este reportaje descubre a un hombre positivo, lleno de humor, por eso mismo, terriblemente crítico.

Cuando vos empezaste en el rock, ¿se veía a esta música como algo "extranjerizante", algo importado?

No, no. En esa época se hacían muchos bailes. Yo recuerdo que tenía un grupo de amigos con los que iba siempre a los bailes y nos resultaba más divertido escuchar a los Stones que a un conjunto de cumbia. Los grupos de rock tenían mucho más nivel y entonces la gente que se despertaba antes que la demás se metía en el rock. Y eso es inevitable porque el rock es muy lindo.

¿Te parece que un chico que escucha rock ahora tiene una mayor capacitación espiritual e intelectual para comprender un montón de cosas?

Lógico. Si vos hablás con un tipo que escuchaba más que música melódica española, cumbia o folklore, puede tener su grado de intelecto, pero no capacidad musical. Generalmente, la gente que escucha rock tiene otro modo de hablar -mucho más directo- y también otra forma de pensar.

¿En las primeras épocas también era así?

Sí, sin dudas. Eso sí, el ambiente del rock cambió bastante porque ahora el rock es más popular. Antes el rock era para un cierto sector de gente y nada más. Ahora yo veo como que está la ciudad y no que es un grupito de tipos. Cuando yo estaba con Los Gatos, la gente nos escuchaba porque éramos la novedad de un grupo que hacía algo distinto a lo que se venía escuchando acá. Y Los Gatos llamaban la atención.


"YO SOY PAPPO: EL MESIAS DEL ROCK"

¿Vos le pusiste rock'n'roll a Los Gatos?

Yo le puse rock'n'roll a todo, Yo creo en el más allá y en el más allá está el "Dios del rock pesado". Y el emisario de él para toda América Latina soy yo: Pappo, el mesías del rock.

¿El rock en la Argentina surgió como una necesidad social, como una especie de rebelión?

Lo que pasa es que el idealismo típico que imperaba en la Argentina en esa época era muy formal. Y entonces la rebelión era dejarse el pelo largo, vestirse de una manera especial, etcétera, para demostrar que existía otra cosa que no era lo que estaba al alcance de los ojos. Se trató de cambiar la mentalidad a través de la ropa, el pelo, La forma de tocar en esa época no existía, era pura imitación. Ahora hay grupos que hacen lo suyo pura y exclusivamente, sin imitar a nadie.

¿Vos también imitaste?

Yo imité, si, imité bastante. Toda mi vida imité a Eric Clapton, a Hendrix. No es que directamente les robo, no, yo también pongo lo mío. Uno tiene sus maestros y los imita hasta que aprende, después a lo mejor hace cosas distintas a las de su maestro pero dentro de la misma escuela. Yo creo que en la Argentina todos imitaron, salvo Tanguito. A él lo sigo admirando como al único creador que hubo acá y como al mejor músico argentino. Fue el único tipo que alguna vez me hizo parar en mi camino para darme vuelta y escucharlo.

¿No hubo ningún otro músico argentino que te hiciera parar y escucharlo?

Humm... Sí, David Lebón. El tocó conmigo y Black (Amaya) en el primer Pappo's Blues. Ese grupo era una aplanadora. Pappo's Blues fue una especie de escuela del rock'n'roll, algo así como John Mayall. Por ahí pasaron todos. Hasta Spinetta tocó en un grupo que yo hice.

Hablabas de la rebelión y el pelo largo. ¿En algún momento todo eso se transformó en un arma de doble filo?

Claro, seguro. Fue un arma de doble filo porque ahora todos se dejan el pelo corto y dicen: "Porque los de pelo corto no pueden tocar rock...". Ahora ya está establecido que el rock es una cosa, con pelo largo o sin pelo largo. No hay que vestirse de blanco ni de negro ni de cuero ni de plástico. El que toca rock se viste como quiere y el que vive se viste como quiere. Y eso es lo ideal. No tiene sentido poner cláusulas en las vestimentas dentro del tipo de vida que uno hace.

Pero cada vez qué surge un nuevo movimiento musical, además de traer una nueva propuesta en la música, trae también una nueva imagen...

Claro, por supuesto. Eso ocurre porque llega un momento en que la audiencia se duerme con un tipo de grupo. Y no se puede penetrar en esa plaza porque ya está copada. ¿Entonces qué hacés? Bueno, sí ellos se visten de azul y tienen el pelo largo, vos cortate el pelo y vestite de rojo y sacudí al público de ellos.

Durante el tiempo que estuviste viviendo en el exterior, ¿te parecía que el rock argentino era imitativo?

No. Cuando yo estuve afuera vi que el rock que se hacía acá era estúpido. Y eso es peor que imitativo. Acá nadie hace lo que se llama "rockear" que es elevar a la audiencia y meterla en un determinado clima. Y ojo que eso no se hace con volumen ni con nada. Con Riff tocamos con mucho volumen porque nos encanta hacer despelote. También hay que tener buenos equipos, porque yo ahora toco fuerte y se escucha bien todo. El oído pobrecito, se aguanta todo. Habría que hacerle un monumento. Yo no puedo generalizar por experiencias propias, pero pienso que cada músico se adapta a los equipos que tiene. A mí me hubiera gustado que acá en la Argentina hubiera habido los equipos que hay ahora, diez años atrás, porque eso retrasa mucho la evolución musical. De todos modos, en aquellas épocas se hicieron cosas con polenta pese a las limitaciones. A veces voy a hacer shows con Riff Y antes de que toquemos pasan "Pobre Juan" y a mí me copa, tiene una fuerza bárbara. Yo no añoro para nada esos tiempos, al contrario. Además, si quiero hago un tema de Pappo's Blues. Hay mucha gente que no escuchó a ese grupo nunca, pero ahora lo está empezando a escuchar porque sabe que Pappo, el guitarrista de Riff, tuvo antes otro grupo y quieren oír que hacía. También influye que la grabadora de Pappo's Blues, al ver el negocio que hubo con Riff, reedite los viejos discos. Y yo estoy seguro que mucha gente que ahora consume Pappo's Blues hasta hace poco tiempo atrás ni sabia que existía. Pero esos son manejos comerciales del mercado discográfico en los que yo no me meto, pese a que me conviene porque cobro derechos de autor.
Incluso no me molesta que la gente me pida temas de Pappo's Blues en los shows de Riff porque igual no los hago, aunque en cualquier momento los puedo llegar a hacer. Yo tengo un show preparado con tres temas de Pappo's Blues que cuando tenga ganas los voy a hacer.
Pienso que el primero y el tercero de los discos del grupo son discos de colección.


¿Y hay otros discos dentro del rock nacional que también sean clásicos, de colección?

Sí, sí, seguro. Los primeros de Manal, Almendra, el solista de David Lebón, "Vida" de Sui Generis, el primero de Aquelarre, "Conesa" de Pedro y Pablo, el de La Pesada. Al disco de David yo le puse los títulos a todos los temas. Los títulos no tienen nada que ver con las letras, pero a él le gustaron y se los puso. Ese es un muy buen long-play que ahora reeditaron. Acá hay muy buenos músicos, lo que pasa es que la desorganización es grande. En la Argentina hay un grupito de tipos que son los que prácticamente inventaron todo: Javier Martínez, Charly García, Spinetta, Pappo, David Lebón, León Gieco y Raúl Porchetto. Y yo creo que esa gente debe hacer como cuando se formó SADAIC, que dijeron vamos a reunirnos acá y hacer tal y tal cosa y la hicieron. Hay que formar un SADAIC del rock para manejar mentalmente y psíquicamente el rock en la Argentina. Habría que elegir un presidente y hacer reuniones todos los martes por la noche, por ejemplo. Eso provocaría un mayor acercamiento entre los pocos que estamos en esto.


"PASO LA EPOCA DEL VERDUGUEO"

¿Y eso evitaría la desorganización?

No, no evitaría la desorganización: ayudaría a organizarse más. Hagamos el Club del Rock. Hacemos reuniones, charlamos, tomamos algo. Nos juntamos todos: los músicos, los managers, los productores, los periodistas. Tendríamos que decir "hacemos un Obras, ¿quién toca?, ¿vos?. Okey". Podríamos también dar premios a los grupos, que eso es algo que estimula. Acá a los únicos que les dan premios y que salen en todas las revistas son los melódicos. ¿Y los de rock qué?. ¿Somos los tarados?. Yo hace quince años que toco la guitarra y toco todos los días varias horas y qué soy. ¿Un tarado? Yo soy un profesional. No hago otras cosas y lo que gano me da como para comprarme unas pilchitas, unos disquitos y algún equipo, pero nada más. Y ojo que no me quejo, no quiero ser millonario. Lo que yo quiero es que haya un buen ambiente, cosa que me incentive a mi a ver un buen futuro. Yo en este momento veo un buen futuro sólo para Riff. ¿Y a mí qué me importa Riff? ¿Y los demás? Yo en este momento estoy con Riff, pero en cualquier momento Riff se separa y yo qué hago. ¿Me voy de vuelta a trabajar al taller? Si no hay movimiento de rock, nos va a ir mal a todos, porque al fin y al cabo todos somos músicos de rock. El rock en el mundo vende millones y acá también tiene que ser un movimiento fuerte. Mira, te cuento algo: hace un tiempo atrás, hubo un recital en Comunicaciones, con Riff y León Gieco. Y mirá las ganas de León de estar en la misma que yo, que en un determinado momento estábamos haciendo clima en un tema y yo siento que me tocan la espalda. Me doy vuelta y era León que se puso a tocar con nosotros. Y la gente se vino abajo. ¿Qué quiere decir eso? Que la gente captó la idea nuestra: unión entre la gente, unión entre nosotros, unión entre todos. Y esa es la única forma en que podemos ir para adelante. Porque si yo les digo a ustedes que Pelo es una porquería, que no me gusta, no gano nada. ¿Qué importa si a alguien no le gusta Pelo? A mí me gusta, la compro siempre, pero no tendría sentido que despotricara contra ella para hacerme famoso. Hay gente dentro del rock que quiere hacerse famosa despotricando y verdugueando contra todos. Y te hago nombres: Gloria Guerrero. Ella, verdugueando, se quiere hacer famosa y no se da cuenta de que se está cavando la fosa porque ya pasó la época del verdugueo, del vos sos piola o gil. ¿Cómo, si yo no sé todavía ni como soy yo, voy a verduguear a otra persona? ¿Por qué yo no tengo hijos? Porque no sé qué cuernos estoy haciendo en el mundo, ¿Y para que voy a traer a un ser humano al mundo? ¿Qué le doy? ¿Le digo "mirá, esto es el rock, vení, metete ... ?" Yo no critico ni alabo a ningún músico, lo único que deseo es que haya una unión. Musicalmente, cada uno hace lo que quiere. Y el público, si nota esa unión, se va a unir también porque actualmente no sabe muy bien para dónde ir. Un tipo que un sábado va a ver a Riff, el domingo va a ver a Boca porque no tiene gustos definidos. va al trabajo, a la cancha, busca una minita para casarse... No tiene realmente claro qué es lo que quiere. Y el rock debe ser una orientación para el pueblo.

¿Vos creés que el rock es ya la música popular de los '80?

Claro, no me cabe la menor duda. Del '80 al '90, el rock va a copar todo en la Argentina.


"YO PUEDO LLEGAR A SER PRESIDENTE"

¿Y en el interior qué pasa?

En el interior nos dan las gracias cada vez que vamos porque nunca va nadie, Y no te puedo explicar cómo nos tratan. Nos siguen con autos desde que llegamos al lugar Y toda la estadía es una fiesta. La gente quiere rock Y entiende perfectamente. Hay mucha desolación. Yo lo noto en los recitales. ¿Por qué la gente en los conciertos se une? Porque le dan la oportunidad de unirse. Vos fijate una cosa yo puedo ser el líder de un pueblo, y puedo llegar a ser presidente. En serio les digo, no se rían. Mirá, en el último Obras que hice le dije a la gente que al recital se venía a escuchar y no a romper todo. Si la gente rompe los estadios, nosotros no podemos tocar nunca más. Ese día en Obras rompieron una sola silla. Cuando vino Moris -que viene de afuera y no sabe lo que pasa acá- rompieron todo. El quiere levantar al público y lo levanta a base de crique. Nosotros lo levantamos a base de rock'n'roll. Yo a Morís lo quiero mucho, pero desgraciadamente no puede tocar ni "La cucaracha". La guitarra no la puede tocar... Está bien, que él sea un líder y que cante, pero que ponga un guitarrista. Como no puede tocar, dice pavadas por el micrófono y la gente rompe todo. Cuando vos estás arriba del escenario sos el dueño de la cosa y hay que saber manejarla.

¿Notás que aflojó la violencia que dicen que hay en el rock, aunque en realidad hay más violencia en el fútbol o en otros lado?

Violencia hay por todos lados...

Es bueno que vos hablés de esto porque muchas veces se mencionó a tus grupos como generadores de violencia o como nucleadores de gente que provoca violencia...

Mirá, los otros días fui a tocar a un festival en Caseros y toqué desganado. Pelo lo dijo en la crítica y es verdad. ¿Y sabés por qué toqué desganado? Hubo cinco o seis tipos pasados de copas que no se supieron ubicar y que como no pueden canalizar toda la basura que tienen encima tiraron cosas al escenario. Eso lo hicieron porque en un concierto de rock hay libertad y entonces al estar libres hacen estupideces. Uno tiró una botella. Yo la levanté y le dije que a mí no me cabía eso, que no tenía sentido esa agresión. La época de la violencia, de la pavada, ya pasó. Yo no soy un ídolo, pero exijo respeto. Sé que hay gente que me admira pero lo que admira en mí es la seguridad que transmito desde arriba del escenario. Además, sé tocar la guitarra. La gente admira de mí que pelo un solo y es un solo justo. Y eso no lo hago porque tenga un par de años de tocar. No. Yo tengo más de quince años de tocar y tocar. Mi vida es subirme a un escenario y tocar. Cuando empiezan a sonar los Marshalls, me vuelvo loco de alegría. Muchas veces la gente grita "Viva Pappo" en recitales de otros grupos porque saben que a mi me gusta hacer lío y eso es lo que ellos quieren. Pero ojo, hacer lío en el buen sentido, en el sentido de divertirse sin delirarse.

¿Te parece que hay una auténtica unión entre los músicos?

En cierta clase de músicos, sí, hay unión. Los otros días fui a los estudios Del Cielito y estaban los integrantes de Serú Giran y me atendieron como me merezco ser atendido.

¿Hay más unión ahora que en las primeras épocas o viceversa?

Mi opinión es muy particular al respecto y te explico la razón: yo antes no estaba tan cerca de los otros músicos como lo estoy ahora. Hay veces en que a los músicos nos dan ganas de dejar todo e irnos. Yo lo sé porque me pasó. En algún momento viajé mucho: anduve por Suiza, Italia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, España, Holanda. Inclusive di conciertos en algunos lugares. En España, por ejemplo, di dos recitales y al poco tiempo estaba en la página central en el Disco Express, que es una revista como Pelo. Eso significa que yo les mostré a los tipos mis ideas musicales y las aceptaron. En mis viajes llegué a tocar con gente importante. Por ejemplo, soy muy amigo de los Motörhead y toqué con ellos en sus principios. También estuve con Peter Green, que ahora volvió a tocar profesionalmente después de mucho tiempo de no hacerlo. Y estoy seguro que si en este momento yo estuviera allá, tocaría con él. B.B. King también me invitó a que me fuera a tocar con él a Las Vegas. Quería que me fuera y yo dudé mucho tiempo hasta decidir quedarme y armar Riff.


"ES DIFICIL TOCAR ROCK"

¿Por qué no hay muchos grupos que hagan rock'n'roll?

Porque es difícil tocar rock'n'roll. No te creas que es fácil tocar heavy-metal. Yo me pongo a tocar canciones melódicas, con mil tonitos, y salen perfectas, enseguida. Pero me pongo a tocar rock pesado y no sale tan perfecto. Tengo que laburar mucho para hacer algo bueno. El rock debe ser compacto y para eso se necesita que todo el grupo tire para el mismo lado.

¿En los últimos años viste algún grupo de rock'n'roll que te gustara?

Lo único que me gustó fue 11-12. Cuando yo voy a un concierto no me pongo como público, me pongo como músico y entonces el punto de vista es distinto, porque sé cuando un tipo pifia, cuando hace algo bueno, cuando suena con auténtica polenta.

¿Por qué en una época surgieron tipos como vos, Nebbia, Spinetta, Gieco, y ahora no?

Eso es algo que no me explico. Yo creo que los pibes no tienen la misma polenta que teníamos nosotros cuando salimos. Además, noto que están desorientados, que no saben bien qué hacer. Y lo importante es decidirse, elegir una música y hacerla bien, con ganas. A mí no me importa que toquen rock'n'roll o no. Yo en Holanda vi a Jean-Luc Ponty con Allan Holdsworth en guitarra y me gustaron. Y si pudiera, me gustaría producirlos. Si yo encuentro un grupo en la Argentina que me parezca bueno, no tendría problemas en ser su productor. Una vez vi a Led Zeppelin en vivo y pensé que si acá hubiera un grupo como Zepp, yo tendría que ser su productor.

¿Los músicos argentinos siguen mirando hacia el extranjero?

Yo particularmente, no, pero pienso que algunos otros sí lo hacen. De todos modos, la música que hacemos con Riff sólo la podés comparar con la que hacen grupos de afuera porque acá no hay grupos de heavy metal como nosotros.

¿Te parece que parte de la gente que te seguía en tus principios ahora se abrió del rock?

Eso depende mucho de cada uno en particular. Hubo gente que no encontró el camino y se volvió para atrás, pero estoy seguro que si ese tipo ahora está trabajando en un banco, en un rato libre que tiene se pone los walkman y escucha a Blackmore. Yo no puedo criticar a esa gente: la seguridad conyugal es muy atractiva...

Vos tenés ya 32 años. ¿Cómo ves el futuro de un músico de tu edad dentro de cinco años tocando rock en la Argentina?

Es una buena pregunta. Mirá, yo siempre me pongo el mismo ejemplo: B.B. King tiene 64 años y sigue tocando, John Mayall tiene 45 y sigue tocando, Eric Clapton tiene 48 y sigue tocando. ¿Y por qué no voy a seguir tocando yo también si no tengo ningún problema? Físicamente no tengo nada, soy un tipo sano que practica deportes. Mentalmente tampoco tengo problemas: a mí la mente me funciona, no estoy dormido. Yo voy a tocar rock hasta que me muera.

 
PAPPO
Revista "Pelo"
Mayo de 1982