VINO DE VISITA, NOMAS
PAPPO NO VOLVIO
Cuatro fechas en Satisfaction (22-23-29-30):
Norberto Napolitano vino con The Widow Maker (el hacedor de viudas), su banda
en Los Angeles. Tiene ganas de grabar en vivo en Buenos Aires, después viajará
por Tucumán, Mendoza, Córdoba, Santiago del Estero, Mar del Plata y Miramar,
y después se despedirá en Obras, a lo grande. De ahí sigue su ruta a Venezuela,
Chile y finalmente el regreso a los Estados Unidos, donde descansará quince
días y arrancará con una maratónica gira de tres meses tocando todos los días;
"todos", dice. Lo que acá no puede hacer. Lo que acá, seamos francos, ya no
le importa.
Ingenuo, crecido, sincero, sensible y colgado en la suya (únicamente en la suya),
Pappo parece vivir en alguna dimensión que sólo se entiende, a veces, cuando
se ríe. Y se ríe mucho.
-Cuando yo nací me gustaba
la música clásica.
Un caso único. No "cuando era chico", sino cuando nació. Extraordinaria
autodefinición estilística desde la misma sala de partos.
-Bueno, la música clásica no es de acá. Es de
Alemania, de Viena, de Italia, es bien europea. Y yo no quería escuchar
otra cosa que música clásica; volaba... todo... (hace la
mímica de levantar vuelo, pone cara de éxtasis). Tanto
fue así que empecé a estudiar piano clásico. Y jamás me gustaron
ni el folklore ni el tango. Mis raíces son muy diferentes a las
de otros músicos. De golpe escuché un disco de rock y me fui al
carajo.
El viene diciendo que desde que llegó a Los Angeles (donde vive
y trabaja hace tres años) se dio cuenta in situ de que el rock es
el folklore norteamericano, que es de allá y que cualquier trasplante
tiene algo de mentira. Pero también desea dejar aclarado que jamás
apreció el folklore de acá, lo que lo mantiene un poco más a salvo.
"Lucía", de Little Richard, fue su primer disco de rock. Después
llegaron The Animals. Inmediatamente los Rollings Stones, de los
que se compró la colección entera.
Y jamás escuché algo folklórico o de tango.
Esa es la diferencia que te quería decir.
1969: Los Gatos. 1970: Viaja a Europa y lo condecoran como uno de
los cinco mejores violeros del mundo; arranca Pappo's Blues. 1975:
Se radica en Londres y llega a tocar con Peter Green. 1977: Integra
Motörhead pero pronto viaja a Chicago, donde forma su propia banda.
1980: De regreso a la Argentina, forma Riff, hasta que cinco años
y seis álbumes después, la banda se separa.
Allá en Los Angeles, la cosa es otra cosa
-dice Pappo como para que uno responda "Efectivamente".
Si sube uno bueno, sos bueno. Pero si sube
un pescado, te tiran al río. Yo estuve estudiando. Tocaba cuatro
o cinco horas por día, porque fui a ver a un par de grupos, y escuché
a los guitarristas y me dije: ah, no, como toco yo, acá no va...
Pero viejo, pero si vos sos de los mejores violeros que hay...
Depende de qué mercado querés abarcar. Si querés
tocar blues, hacés un sonido latoso y ya está. Si querés tocar rock
pesado, tenés que tener un stock de buenos aparatos...
Un mono que jamás se preocupó tanto por su "mercado". Eslabón perdido,
un Don Fulgencio que siempre ríe, ríe como si cada frase fuera un
buen chiste. Su visión de la separación de Riff tiene algo de animal.
Es como si se te hubiera muerto un perro, o
un pato. Llegué a los Estados Unidos confundidísimo por la separación
de Riff; estaba como en un shock. No podía quedarme acá sin Riff.
Por eso me fui. Eramos todos como una pareja, como una empresa:
llega un momento en que no funciona más. Todo lo que empieza, termina.
Siempre que llovió... paró -sentencia, y empieza a doblarse
de la risa, otra vez.
Michel está pescando. Vitico tiene una isla en el Tigre. De Boff
no se sabe. Pappo, mientras tanto, vive en la costa oeste con Natasha
Lee (voz), Rick Ness (viola rítmica), Dave Hatlee (bajo) y Saint
Bongosto (batería). La chica no viajó a Buenos Aires: "quedó
cuidando los perros" (SIC).
Yo vivo del trabajo con los Widow Maker. Allá
nos empezamos llamando The Riff pero yo no quería llegar acá con
ese nombre, porque acá se conoce mucho. Allá se puede tocar en bares.
Hay una terrible cantidad de bares, cobrás todo el año. Llevan grupos,
no disc-jockeys. ¡No como acá que son más conocidos los disc-jockeys
que los músicos! (se ríe de nuevo).
En Buenos Aires, desde hace varios años, el metal sigue funcionando
pero no descuella. Sin el "papá" pareciera, algo falta. Pappo se
hace cargo, pero sólo del sector que no lastima su vergüenza.
En Los Angeles, el público sabe a dónde ir.
Está confundida la cosa. Saben qué es el metal. El metal es una
forma de vivir que no muere nunca. Bueno, acá soy el papá, o el
tío, o me dicen abuelo... (le agarra otro ataque de risa).
Pero no me moviliza para nada. Desde que llegué
a Buenos Aires, dormí. No escuché a nadie. El problema es que acá
es todo muy superficial, como que acá la cosa no existe. Es un reflejo
de Estados Unidos, pero ese detalle sólo lo ves cuando estás allá.
No lo podés creer, pero es la realidad: hay gente que vive así.
Acá los metaleros se disfrazan, después cambia la moda y se van
a la moda que viene. O sea, la moda está de moda porque es moda
(se queda pensando si armó bien la frase). Pero
la moda no tiene ninguna base sólida. Es solamente una moda. Odio
la moda.
Uno prefiere no contradecirlo, porque es un grandote, pero ¿esto
quiere decir que no existe un real metal argentino?
Puede haber puede, porque yo soy argentino y
soy metal. Y jamás cambiaré por más que esté muerto. Lo que pasa
es que es el folklore de allá. Es como que acá no pasen más tango,
es imposible. Allá la música tradicional de Los Angeles es el rock
pesado. Te imaginás cómo vivís allá... Imaginate: de un tipo que
canta tango a un heavy metal...
Y sí, me imagino.
Hay una cierta diferencia.
Seguramente.
La manera de vestir, la manera de cantar, la
manera de vivir la música, y eso es autóctono de cada ciudad, o
sea que no hay porqué cambiarlo, no hay porqué criticarlo, no hay
porqué reprimirlo.
Ni hay porqué copiarlo, entonces, y ¿qué hiciste vos desde 1969?
Yo no estoy copiando. Yo nací así. Yo lo siento.
¿Cuál es el famoso "estilo de vida"? ¿Cómo vive un metal?
Mata la pregunta. Hay gente que necesita definición
para agarrar un camino, porque hay chicos que no pueden... Necesitan
educación metal, como para no confundir para no hacerse mierda,
para no destruir. Mi vida, como amante del rock pesado, como metal,
como rockero, es levantarme, darme un baño, enchufar el estéreo,
escuchar rock todo el día, a la tarde ir a ensayar, escuchar rock,
tocar rock, a la noche ir a un boliche de rock, conocer a alguna
chica a la que le guste el rock, vestirme...
Si vas por orden, deberías haberte vestido más temprano...
Sí... (se ríe a carcajadas de nuevo).
Lo que quiero decir es vestirme con ropa que
tenga que ver con el rock, todo de negro. Pero hablemos de la actitud:
yo la llevo adentro, no hace falta demostrarla. Yo vivo amando el
rock pesado, lo amo, es una cosa que si me la sacan es como a un
pájaro que le cortan las alas. Entonces estoy tan enamorado del
rock, y me siento tan bien, que no necesito demostrarlo con actos
violentos. Esto es un poco como un mensaje para la gente. Yo lo
único que quiero es que se me deje tocar; que por favor no suban
al escenario, me encantaría que me dejaran tocar tranquilo. Me encantaría
que aprecien un poco más lo que hago. Si están relocos, mi banda
no les va a dar tiempo. Se van a quedar así... (pone los
ojos en blanco como si acabara de ver una aparición de la Virgen).
Pappo no volvió. Pappo vino de visita. Esta girita sudamericana
le sirve -según el mismo aclara- para "foguear" a la banda con temas
viejos de Riff y temitas nuevos, consolidarse mejor como grupo y
luego sí, encarar tres meses de tour por los Estados Unidos por
24 estados.
Si no me hubiera ido de acá, estaría peleándome con todo el mundo,
tomando alcohol. Si no me hubiera ido de acá, posiblemente estaría
muerto. La vida me cambió mucho. Descubrí un nuevo camino con la
música. Se me fueron un montón de boludeces que tenía en la cabeza,
como la de agredir. Mirá, tengo un tema que hice en inglés (va traduciendo):
"Yo era un hombre con una mujer y un perro.
Pero ahora estoy parado aquí, en la oscuridad, por haber tomado
demasiado"
Y se vuelve a reír.
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PAPPO NO VOLVIO |
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Revista "Humor" |
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Diciembre de 1989 |
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Gloria Guerrero |
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Archivo Humor |
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